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Un Martes

Comencé a escribirte un martes
A contar tus pecas
Y detallar tus manos

Comencé a escribirte un martes
A describir la curva de tu cintura
Y la suavidad de tus cabellos

Un miércoles escribí
Sobre tu manera de tomar el té
Cada tarde junto a la ventana

El miércoles también escribí
Sobre aquella taza de gatitos
Y los tres terrones de azucar que le pones al té

El jueves escribí
Sobre tu delicada forma de fumar
Siempre con la izquierda y en pequeñas bocanadas

El viernes pensé terminar
Escribiendo sobre tus manías
De hacer todo en números impares

De combinar los anillos por colores
De lustrar tus botas siempre antes de salir
Sin importar lo tarde que llegues

El sábado escribí
Sobre tus mil y un aromas
Tu colección de perfumes y esencias

Tus suaves cremas y colonias
Y de los cambiantes floreros
Tan pomposos y perfumados

El domingo te dediqué un café
Y tu postre favorito
Mientras Sabina me recordaba
"tus zapatitos de tacón"

El lunes me entró el capricho
De insultar tu vanidad
Tu maldito cabello
Siempre tan bien arreglado

Y tu ropa tan jodidamente bien combinada
Tejida con hilos de deseos
De pura maldita sensualidad

Tus brillantes accesorios
Adornandote como un elfo vestido de plata
Como una ninfa cubierta por flores

Comencé a escribirte un martes
Y al siguiente comprendí
Que no me alcanzan los días para hablar de ti


Que eres tan cambiante
Como el viento


Tan misteriosa
Como el más profundo bosque


Tan llena de sorpresas
Como la galera de un mago

Comencé a escribirte un martes
Y la semana fué pasando
Sin que pudiera terminarte

Comencé a escribirte un martes
Uno de luna llena
Quien sabe en la próxima
Pueda recitarte.

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